30.8.10

Fluvià - Dibujo coloreado - 35 X 25 cm.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Está ( el autor, el espectador) en la otra orilla, agazapado en tierra ( o dentro del agua, en la otra orilla) para ver todo desde el contacto con la base, para deleitarte en contacto directo con el transcurrir de las aguas, sintiendo esta quietud, este apacible fluir del río. Es invierno, el ambiente: transparente, no hay calima; esta pureza deja saborear nítidamente toda la imagen de los desnudos árboles del fondo en las lentas aguas, casi la estampa que nos brinda el natural espejo es más bella incluso que el original.
Y en primer plano un imponente viejo tronco, cargado de nudos, de cicatrices y recuerdos del pasado, pero en saludable plenitud , lleno de vitalidad, con sus puntiagudas ramas que parecen aplaudir el espectáculo, esperando sin prisas la primavera que lo llenará de nuevo de savia fresca y de brotes.
Las piedras, de infinitos ocres, grises, verdosos, entremezcladas con las ramas de arbustos van acompañando la ribera del río hasta difuminarse de una forma bellamente dibujada para causar al espectador una sensación, junto con el sendero por detrás del gran tronco,un poco por encima, de profundidad, de perspectiva, de lejanía perfectamente conseguida.
Fantástico el reflejo de la claridad de un cielo invernal en las aguas del Fluviá.
Una obra para deleitarse, una gran obra. ¡Te felicito, Pere Ventura!

Antonia Sánchez

17 de junio de 2009 00:53